Vitoria rebasa por primera vez el millón de asistentes a los actos de La Blanca. Tras la Virgen Blanca y Mendizabala, el Espacio Aventura del Prado se consolida como el tercer recinto más visitado Los 50 pirulos de Celedón son difíciles de olvidar. Por eso, el Consistorio se enfrentaba a todo un reto: conseguir que los vitorianos no echaran demasiado de menos la emoción de las fiestas del año pasado y se lo pasaran de lujo en las de éste. ¿Lo ha logrado? Unos dirán que sí y otros que no tanto, pero hay un dato objetivo por el que La Blanca 2008 pasará a la historia: por primera vez, ha superado la barrera del millón de asistentes a los actos del programa. Y eso, a pesar de la desventaja de haber tocado entre semana. Así que todo son alabanzas desde el gobierno municipal. "Podemos hablar de éxito y, además, de un éxito colectivo para el que ha trabajado el Ayuntamiento y un montón de personas, la mayoría anónimas". La concejala de Cultura, Maite Berrocal, se deshizo ayer en agradecimientos y, además, se atrevió a asegurar que estas últimas fiestas "serán difíciles de superar". Lo que está claro es que, este año, La Blanca ha ido in crescendo . Tras el frenético txupinazo, las fiestas continuaron el día 5 y 6 "casi en familia", pero a partir del 7 el ajetreo creció para llegar a un sábado "impresionante", antes y después del adiós al aldeano de Zalduondo. Precisamente la plaza de la Virgen Blanca ha sido, otra vez, uno de los espacios que más gente ha concentrado. Entre el descenso y la subida de Celedón, el tradicional Rosario de la Aurora y la Procesión de los Faroles, 200.000 pares de pies la han pisado -eso sí, la cifra es similar a la del año pasado pese a la diáfana reforma-. Mucho fiestero allí y, más aún, en Mendizabala. El recinto de los fuegos artificiales se ha llevado la palma al reunir a nada más y nada menos que 280.000 asistentes. Eso es, sin duda, afición. Triunfan las novedades Claro que en fiestas es difícil que un acto no triunfe. Los vitorianos y los que nos visitan responden de maravilla a todas las iniciativas, incluso a las que se ponen en marcha por primera vez. Eso ha hecho posible que el Espacio Aventura del parque del Prado, que incluyó este año una playa y una panadería para los txikis, sea la tercera actividad que más participantes ha sumado. En total, 84.000, así que el Ayuntamiento tiene claro que "seguirá apostando" por este entretenimiento. Así lo dijo la directora de Cultura, Inmaculada Sánchez, quien aplaudió el éxito del resto de novedades. Por ejemplo, el de la reubicación del zoco árabe en Juan de Ayala. "Aunque los dos primeros días costó un poco, después ha sido genial. En esa plaza queda perfecto, por espacio y decoración, así que seguirá ahí", adelantó la responsable municipal. Otros retos que han dado sus frutos han sido los nuevos talleres de Urban Games, la inclusión de más conciertos a cargo de grupos locales, el traslado de las bandas de música de Arca al Jardín Secreto del Agua -aunque, como dijo Sánchez, habrá que fabricar más sombra para el año que viene- y la extensión del euskera a otros actos más allá del Matxete. Y todo eso, bajo el colorido y brillo de la nueva iluminación-decoración artificial. "Era una apuesta arriesgada, porque no se había instalado en ningún sitio, pero creo que hemos acertado". O sea, que seguramente se repetirá el próximo año; un año en el que el Consistorio reforzará los actos callejeros de día. "La ciudadanía sale cada vez antes a la calle, a partir de las cinco de la tarde, y eso se ha notado en la asistencia a los espectáculos itinerantes", explicó la directora, quien también se alegró de que algunos conciertos hayan potenciado la interculturalidad. Hay actos que son para todos, sin importar el origen, y los bolos de los Fueros constituyen la mejor prueba. Este año, 12.500 personas arroparon a Barricada, 12.000 a Chenoa, 11.500 a la Quinta Estación, 10.000 a Ken Zazpi y 3.000 -los incondicionales- a Ruper Ordorika. El espacio que sí se ha llevado un buen varapalo ha sido el Principal, que reunió a 6.677 asistentes, 2.623 menos que el año pasado. Lejos de admitir el fracaso, Berrocal atribuyó las bajas cifras a la obra Buscando a Hillary , aunque aseguró que tendrá en cuenta que "la gente quiere representaciones divertidas y no que le hagan reflexionar". Ahora, toca tener "una actitud receptiva" para incorporar las iniciativas de los colectivos e intentar que La Blanca del año que viene sea "aún mejor". Texto tomado del Periódico "Diario de Vitoria".
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