El frenazo del consumo estanca el crecimiento de la economía española. El PIB sólo aumenta un 0,1%, el peor registro desde 1993. Los últimos datos de ventas minoristas, de matriculaciones, de evolución del desempleo o de capacidad de ahorro de las familias han ido dando las pinceladas de un cuadro que ya está casi completo y que podría llevar por título recesión económica . El Gobierno español, sin embargo, se niega a utilizar este término y sólo reconoce que la economía española ha frenado su crecimiento, al tiempo que insiste en que nuestro PIB, pese a estar prácticamente estancado, todavía crece más que el los países de nuestro entorno. El Instituto Nacional de Estadística confirmó ayer que el crecimiento de la economía fue de sólo el 0,1% intertrimestral, y del 1,8% interanual, y también anunció que el empleo sólo creció en doce meses el 0,4%, su menor avance desde 1996. El menor crecimiento económico se ha debido a una fuerte moderación de la demanda interna -consumo e inversión-, que sólo aumentó el 1,5% y redujo 1,3 puntos su aportación al crecimiento agregado, frente a un sector exterior que por primera vez en siete años tuvo un peso positivo, de tres décimas, sobre el aumento del PIB. La fuerte desaceleración de la economía española se nota especialmente en los datos de demanda interna, que en el segundo trimestre sólo crece un 1,5% cuando hace un año su ritmo era del 4,9%. Algo similar ocurre con el consumo de los hogares, que se apunta un escaso 1,2% cuando en el mismo periodo de 2007 contabilizaba un crecimiento del 4,1% y en el primer trimestre de un 2,2%. Según los expertos, estas cifras, aunque todavía no son negativas, plasman la desconfianza de los consumidores ante la crisis económica y evidencian la velocidad de deterioro de la capacidad de compra de las familias, que se está viendo afectada por la inflación, la creciente tasa de paro y el aumento en los costes de financiación de la vivienda o de los bienes duraderos. No hay que olvidar que el consumo de los hogares representa el 56,3% del PIB y que los indicadores asociados al consumo -como el nivel de empleo, la renta disponible de las familias, las ventas de automóviles o la cifra de negocios, entre otros- registraron entre abril y junio una evolución más negativa que en el trimestre precedente. A esto se añade que en el segundo trimestre del año se ha registrado la primera caída de la inversión española en doce años y se ha acentuado el declive de la construcción. De hecho, estas circunstancias están relacionadas, ya que la bajada de la inversión estuvo empujada sobre todo por la caída de la destinada a la construcción, que fue del 2,4% y que no pudo ser compensada por los cada vez menores incrementos de la de bienes de equipo (2,3%) y otros productos (3,3%). la industria La industria no ayuda tampoco a que la economía se recupere, con otra bajada de la actividad en el segundo trimestre del 2,8% en comparación con el mismo periodo de 2007. La esperada aportación positiva del sector exterior al crecimiento se ha debido a una mayor moderación de las importaciones (2,3%) que de las exportaciones (4,1%), aunque los malos augurios de la economía en Europa pueden afectar en un futuro no muy lejano a las ventas de los productos españoles en el exterior, según reconoció el secretario de Estado de Economía, David Vegara. Vegara mantuvo que es posible lograr un crecimiento medio del 1,6% -la previsión oficial- en el conjunto del año, aunque reconoció que es "difícil" que la inversión se recupere a corto plazo, y pidió de nuevo a los empresarios un compromiso en este sentido. "No podemos pedir todo el esfuerzo por una sola parte (la de la moderación salarial), es importante que los empresarios se dediquen a la inversión y al mantenimiento del empleo", señaló. Texto y Foto tomado del Periódico"Noticias de Álava"
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