Casarse. ¿Existe una palabra que asuste a un futuro marido tanto como esa? Casarse implica, en parte, renunciar a la independencia de la cual todo hombre joven quiere disfrutar al menos hasta que las caras de las posibles enamoradas digan que ya esta para retirarse del juego.
Por supuesto, las mujeres tienen, si se quiere, una idea mas romantica del tema. Ellas consideran que casarse implica una confirmacion del propio yo y una afirmacion frente a sus amigas que, casadas desde hace meses o años, no dejan de enviarle indirectas y mostrarle fotos de bebes tan adorables como ajenos. (¿y que mujer puede resistirse a la foto de un regordete bebe?).
En esta serie de circunstancias del novio y circunstancias de la novia siempre se interponen lo que podriamos llamar terceros en discordia, es decir, los padres de la novia que sienten que, a cierta edad, ya es hora de poner el compromiso en papeles.
El problema, a partir de entonces, es familiar ya no personal, porque tantos los padres de la novia como los padres del novio comienzan esas sutiles y tortuosas negociaciones sobre donde celebrar la ceremonia, a quien invitar, a quien no, que sacerdote realizara la boda y mil pequeños detalles, importantes pero molestos.
A pesar del tiempo que se dedique a este tema, hay otro detalle que suele dejarse pasar y al que debe prestarse importancia. ¿Como llegaran los novios a la iglesia? ¿De que manera causaran una impresion favorable a invitados, parientes y curiosos que esperan, impacientes?
Para responder esa pregunta no se necesitan muchas reuniones porque seguramente tanto los padres del novio como los padres de la novia saben que existe Sauclass, el mejor alquiler de coches clasicos para bodas en Valencia.
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